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domingo, 25 de enero de 2009

Una charca

Así, a primera vista, no parece mucha cosa. Quizás no lo sea, pero cuando en unos de mis paseos por la costa con la marea baja, vi aquel plumón de gaviota encima del agua de la charca mis pocos sentidos (bueno, los tengo todos pero alguno debe estar atrofiado) hicieron que me fijara un poco más en la circunstancia.

En aquel momento se reunían los vestigios de, al menos por la apreciación que recuerdo de aquellos momentos no tan lejanos, de tres mundos casi antagónicos y al mismo tiempo dependientes uno de los otros dos. Me parece, no estoy seguro, que estudié algo parecido en las matemáticas en mis años de soledad: A puede ser primo de B y éste primo de C, pero A y C no tienen que ser primos por fuerza. ¿Puede ser que sea lo que se llamaba "correspondencia biunívoca"?. No lo sé. El hombre puede ser "primo" de la gaviota. Ésta y el hombre pueden ser "primos" del mar, pero el mar no tiene por qué ser primo del hombre y de la gaviota. Nos toca cuidarlo: es nuestra madre/padre.

Junto a la charca se juntaron tres mundos a mi vista: el plumón, las anémonas y erizos del fondo y mi presencia.

El plumón, representante de un mundo aéreo, pero dependiente de la vida sumergida.
La vida sumergida, representantes de un mundo tan frágil lo que le cae de la superficie (en infinidad de casos, la muerte) influye en su existencia.
Yo, representante de la especie que se cree dueña de vidas, haciendas y ecosistemas.

Vean la fragilidad, tan imperceptible ella, de un plumón de gaviota. Tan leve que parece suspendida sobre el agua de la charca. ¡Que sensación tan cálida imprime mirarlo! ¡Como contrasta con la sensación de frío del azul del agua! Y yo mirando, sintiendo el frío y el calor a un mismo tiempo. ¡Que sensación tan rara!
Algo tan leve como un plumón de gaviota me hace estremecer, no más porque está sobre algo que parece frío y carente de vida. ¡Nada más lejos de la verdad!

En el fondo y en las paredes de la charca pulula la vida: hay anémonas, cangrejos, quisquillas, algas... una explosión de vida que en nada hace recordar el frío.

Aquí en este mundo la vida pulula, es cierto, pero donde hay vida, allí, ¡qué paradoja! encuentra su sitio también la muerte. El hecho de que el plumón falte del pecho cálido del ave ¿ se deberá a que el ave murió o simplemente es un puro mecanismo de renovación? En este caso nunca lo sabré, pero en el lecho marino la muerte enseña su obra.

De todas formas, a mí el plumón me recuerda el regazo cálido de mi abuela materna, que tanto amé. Aquellas manos arrugadas y que yo creía que por estar arrugadas debieran ser ásperas... ¡Dios mío, qué tacto tan cálido y fino! Manos como plumas que hace unos pocos años se enfriaron y desaparecieron.

Al borde de la charca no puedo evitar recordarla. Es que está esa jodida pluma para hacer que la evoque. No es pluma, es plumón, blanco y visión cálida que, por estar donde está me da frío. La mano muerta de mi abuela. ¡Pero si cuando la cogí en brazos, muerta, aún su cuerpo estaba caliente! y este plumón me inspira las dos sensaciones.

¿Por qué demonios me asomaría a la charca?

¡Hay que ver lo que puede pasar por la mente en un flash!

La gaviota depende del mar, nosotros dependemos del mar, el mar sólo quiere que no le dañen y nos dará vida, aunque nos dé sensaciones de frío y azotes salvajes, cobrándose tributos en vidas humanas, la mayoría porque no hemos sabido conservar lo que el mar nos da y cada vez nos esforzamos en ordeñarlo más y más.

El mar responde con la muerte de sus criaturas, nosotros también lo somos, no tardarán muchas estaciones en que la presencia humana, por nuestro propio afán de devorarlo todo, acabemos como este pobre delfín que apareció a 50 metros de la puta charca que me trajo sentimientos encontrados y que luchan entre sí en mis soledades. ¡Que Dios nos perdone!

¡A ustedes que Dios les Bendiga!

4 comentarios:

  1. La mar que es uno de los órganos principales del “cuerpo” planeta tierra, esta bastante dañado, la causa de esta enfermedad es el hombre...bellas imágenes y tristes recuerdos, amigo Tonecho.

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  2. Eso es una charca intermareal ¿no?. Qué suerte disfrutar de espectáculos así.Aquí en el sur no tenemos de eso, snif!.Bonita entrada Tonecho.

    Un saludiño

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  3. Gracias Bonavebe, no lo pude evitar. Es algo que me puede.

    y sí, Pinastre, es una charca intermareal. Ya me dí cuenta en dos años que estuve por el Mediterráneo que las mareas no dan para hacer charcas. Pero mira que aquí, en Galicia, se puede vivir de una manera muy frugal, y si tienes un techo, con lo que puedas recolectar de las charcas siemre que no sea para vender y la especie no esté protegida, eso sí, no se puede ser sibarita.

    Saludotes muy apreciativos.

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  4. Aquí la mar no da para hacer charcas ni pá ná. Ya sabes que soy pescador aficionado, lo de deportivo ... He visto a "deportivos" hacer auténticas burradas con los robalos,doradas ... Yo antes era pescador deportivo, ahora soy pescador aficionado. Conste que no somos, la gran mayoria depredadores de la mar... Voy a llorar ...

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